Indígena a quien por ser mujer se negó aspirar a alcaldía preside Congreso

Indígena a quien por ser mujer se negó aspirar a alcaldía preside Congreso

* EFE

La indígena mexicana Eufrosina Cruz Mendoza, a quien en el 2007 por ser mujer le fue negado su derecho a ser candidata a la alcaldía de su pueblo, ahora es diputada local y preside el Congreso del sureño estado de Oaxaca, desde donde promete que luchará por las mujeres y los indígenas.

Así lo explicó a Efe en entrevista Cruz Mendoza, de 30 años, quien encabeza la Mesa Directiva de la LXI Legislatura de Oaxaca, su estado, ubicado en el sur de México.

Asumió su cargo como legisladora el pasado 13 de noviembre junto con los otros 41 diputados de la LXI Legislatura estatal, la primera donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha estado sin mayoría a lo largo de la historia del estado.

Quinta en una familia de diez hermanos, tres de ellos murieron por la falta de médicos en su comunidad, Santa María Quiegolani, que se localiza en la sierra sur de Oaxaca.

A su hermana Claudia la casaron a la fuerza a los 12 años y a los 13 ya era madre de un hijo de los seis que ha tenido.

En algunas comunidades indígenas de Oaxaca son los padres de familia quienes deciden con quien se casan sus hijas, sin importar la edad de éstas pues se considera mejor casarlas jóvenes, explica Eufrosina, soltera y quien se rebela contra esa práctica.

La legisladora estudió licenciatura en Contabilidad en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Antes tuvo que salir de Quiegolani, población ubicada unos doscientos kilómetros al este de Oaxaca, a los 12 años porque allí no había escuela secundaria y ella aspiraba a tener una vida como la de Joaquín, su profesor.

«Veía que él no dormía en el piso como yo y todos mis hermanos. Él tenía cama, comía distinto a mí, su vida en general era distinta y yo decía ‘así quiero ser cuando sea grande’, y salí de mi pueblo para estudiar y ser como él», explica.

Volvería a su pueblo para enfrentarse hace tres años a los caciques locales y al machismo imperante al pedir presentarse como aspirante a la alcaldía.

El proceso se realiza con apego a los «usos y costumbres» de las comunidades, en el caso de Quiegolani sin urnas ni voto secreto, sino en una asamblea donde se reparten los cargos, algo que es totalmente legal y reconocido por la Constitución oaxaqueña.

Sin embargo lo que la norma no permite es que una mujer como Eufrosina, por el hecho de serlo, carezca de derechos políticos, como le dijeron en su pueblo las autoridades, que le impidieron presentarse. Hasta entonces ninguna mujer había pedido ser presidenta municipal.

Desde entonces el nombre de Eufrosina Cruz Mendoza ha estado vinculado a las luchas en México por reivindicar los derechos de las mujeres, especialmente de las indígenas, y rechazar su exclusión de la vida pública.

Formó la Asociación Civil «Queremos Unir. Integrando por la Equidad y Género, a Oaxaca (Quiego)» desde la cual ha impulsado proyectos productivos en su comunidad.

Ahora desde el máximo cargo en el Congreso local «quiero impulsar reformas a las leyes donde la mujer tenga participación, también reformas al Código Electoral para hacer valer el derecho de las mujeres en las comunidades para votar y ser votadas», apuntó.

«Los políticos dicen ‘pero si tienen el derecho’ (a presentarnos a cargos públicos). Claro que lo tenemos pero no se nos respeta, entonces hacen falta sanciones para quienes no cumplan con esas leyes y para eso vamos a luchar desde la Cámara de Diputados», adelanta la legisladora, postulada por el conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Uno de los sueños de Eufrosina Cruz, además de que se respeten más los derechos de las mujeres mexicanas, es que su pueblo «tenga escuelas bonitas para los niños, albergues donde puedan tomar sus alimentos y hospitales dignos, que tengan médicos», asegura.

«Para eso también quiero trabajar», concluye.

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